Cuando la noche baja
y se acerca a los sentidos
se descubren mundos nuevos
que aceleran los latidos,
con su oscuro y negro manto
rasga el velo del olvido,
convirtiendo en lava y fuego
mil deseos escondidos.
Se pasea oronda, a sus anchas
va infiltrandose en las venas
dejando desvelos en mente y cuerpo,
va insinuando sensaciones
que acarician en profundo
esa piel que tiembla en ganas,
recordando mil locuras
y llorando desengaños.
¡Oh!. larga y oscura noche
que brinda suspiros en aire
que trasmite un desamor
de corazones dormidos,
regando dolor y hastío..
dime, negrura del cielo..
¿ debo desatar amarres
o seguir viviendo en pena..?
Haydée Núñez Martínez
31/05/2016
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